El llamado de Williams Racing llegó a mitad de año, convirtiéndolo en el primer piloto argentino en llegar a la F1 desde 2001. Es la oportunidad con la que sueña cualquier corredor, y Franco no la desaprovechó. Desde el primer momento, dejó en claro que no estaba ahí solo para ocupar un asiento. Su audaz estilo de manejo y su velocidad pura brillaron en varias carreras, pero especialmente en Azerbaiyán, donde cruzó la meta en octava posición y sumó sus primeros puntos en F1—los primeros para Argentina desde 1982.